Método GTD y tableros Kanban
Hemos hablado de las nuevas
competencias del alumnado, de los métodos de evaluación y de cómo todo ello
contribuirá a mejorar los aprendizajes en nuestros futuros alumnos. Sin
embargo, parece faltar una herramienta más que apoye nuestra metodología y la
forma de hacerla llegar a nuestra clase. Si pinchamos en los enlaces que os he
incluido arriba, observamos dos tipos de métodos de organización de tareas con
funciones y resultados similares. De hecho, de uno deriva el otro. Y sí, ahí
está la clave, “métodos de organización”, ¿no hemos estado hablando de
capacitaciones y adquisición de estadios superiores de pensamiento para
alcanzar unos objetivos? Claro, pero debemos ofrecer a nuestros alumnos
elementos facilitadores para acelerar y dinamizar eficientemente sus esfuerzos
y aprendizajes. Si nos paramos a pensar un poco, nos daremos cuenta que una de
las prioridades de nuestro tiempo es aprender a organizarnos. El sistema
tradicional de enseñanza fomentaba erróneamente, el uso de una “agenda” como
material organizativo para las tareas exigidas. Cuando hablo de un uso erróneo,
hablo desde el conocimiento, pues el uso de ese material, hacía las veces de
diario, pero no repercutía en la organización práctica de las tareas ni en la
prelación de las mismas.
Los métodos GTD y Kanban, surgen de un sistema de gestión popularizado en las fábricas de Toyota en los años 80. Su objetivo era, activar un mejor flujo de trabajo, delimitando las distintas fases de un proyecto y visualizando claramente el estado de cada tarea en todo momento. Con el tiempo los tableros tomaron un formato físico y su uso se extrapoló a otros ámbitos que no fueran solo industriales, convirtiéndose en herramientas fabulosas para la gestión de los trabajos, sobre todo en equipo.
Las tres reglas de este método son:
- Visualizar el trabajo y sus fases: el tablero deberá tener tantas columnas como estados compongan el proceso a realizar, el objetivo es que quede claro el trabajo a realizar, en qué está trabajando cada persona, y cuál es la prioridad de cada tarea. El número de fases dependerá del caso concreto, no hay nada acotado.
- Determinar el límite del trabajo en curso: el número máximo de tareas que se pueden realizar en cada fase debería ser algo conocido a priori, con el objetivo de centrarnos en cerrar tareas y no en comenzar otras nuevas.
- Medir el tiempo en completar una tarea: esto es, el "lead time", que cuenta desde que se hace una petición hasta que se lleva a cabo la entrega.
Lógicamente, esta
herramienta se ha modificado y se ha equiparado a las TIC. Kanban cuenta con un
amplio registro de Apps que además de incluir las opciones básicas del método,
implementa varias opciones extras que las nuevas tecnologías facilitan.
Después de lo
anterior, no queda duda de las posibilidades que nos ofrece esta herramienta para
ofrecer a nuestros alumnos un método personalizado de organización. Además,
como comprobareis al ver los vídeos y las apps, funciona especialmente bien
para la organización de los grupos.
La implementación
de esta herramienta en las aulas es absolutamente posible, Jesús (Maestro de
Primaria y docente en la Facultad de Educación) nos cuenta su propia
experiencia en el aula: - “Les facilito el trabajo al principio de la
semana y ellos se ponen su ritmo, poniendo los posits en la carpeta. Pueden
priorizar sus propios ejercicios, pueden dividir en grupos e ir organizando sus
aprendizajes.”
Este docente elabora al principio de curso una carpeta con
diferentes hojas dividas para posicionar las materias, una columna con lo
pendiente y otra con lo terminado. Cada niño dispone de la suya, no solo la
utiliza en clase, sino que en casa ellos organizan sus tareas y sus horas de
estudio. Además, en una herramienta estupenda para incluir a las familias en la
supervisión de los aprendizajes.
Con lo cual, tenemos ante nosotros una herramienta que
posibilita la organización y secunda las capacitaciones de las taxonomías.
Además, su creación es muy sencilla y se puede elaborar con materiales comunes
o a través de aplicaciones para los dispositivos. Como ocurre con absolutamente
todo lo que conlleva una puesta en marcha para la educación, necesitamos
prepararnos, los métodos son eficientes si su utilización también lo es.
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