Taxonomía: Herramienta para establecer objetivos de aprendizaje
Si pinchamos en el enlace, nos encontraremos en un estudio comparativo y en una estupenda revisión literaria, que nos ofrece eduteka sobre la taxonomía de Bloom y sus variaciones a lo largo de las décadas.
La Taxonomía de Bloom es una herramienta fundamental para diseñar capacitaciones que los docentes debemos conocer y manejar. Si hemos atendido al significado de evaluar descrito en la entrada anterior, somos conscientes de que, si evaluar consiste en la optimización de los aprendizajes, para conseguir una mejora y reflexión de los mismos, necesitamos pues, una herramienta complementaria que fije unos parámetros para conseguir clasificar y comprender los procesos de aprendizaje.
Benjamín Bloom en 1956 ya fue consciente de esta necesidad y desarrolló una serie de objetivos Educativos que estructuraban los procesos de aprendizaje y facilitaban la evaluación de los docentes. Bloom propuso tres "dominios":
- Dominio Cognitivo - procesar información, conocimiento y habilidades mentales
- Dominio Afectivo - actitudes y sentimientos
- Dominio Psicomotor - habilidades manipulativas, manuales o físicas.
Y consideraba el conjunto de estos dominios por orden de
prelación, es decir:
“Es sencillo; usted no
puede entender un concepto si primero no lo recuerda y de manera similar, usted
no puede aplicar conocimientos y conceptos si no los entiende. La propuesta es
un continuo que parte de Habilidades de Pensamiento de Orden Inferior (LOTS,
por su sigla en Inglés) y va hacia Habilidades de Pensamiento de Orden Superior
(HOTS, por su sigla en Inglés). Bloom describe cada categoría como un
sustantivo y las organiza en orden ascendente, de inferior a superior.”
La taxonomía de
Bloom fue revisada posteriormente por alumnos suyos, introduciendo una pequeña
modificación en la estructura final. Lori Anderson al revisar la Taxonomía de
su maestro, consideró que el resultado final de la taxonomía no debía ser solo
la evaluación, sino un nuevo proceso de creación tras haber superado todo lo
anterior.
De nuevo hay un
elemento común de todos los educadores que se han presentado en el blog, la creatividad. Dentro de las
habilidades de Orden Superior, Anderson y Krathwohl consideraron la creatividad
como superior a la evaluación dentro del dominio cognitivo. Esto me hace
reflexionar de nuevo sobre la importancia de dotar a nuestros alumnos con las
herramientas y procesos adecuados para desarrollarla, algo que es (después de
tantas evidencias), indispensable en su crecimiento personal y en la cima de sus
aprendizajes. En definitiva, dotando al alumnado con la capacidad de
jerarquizar las acciones, procesos y objetivos adecuados, podrán culminar en el
diseño, la producción y la contribución de innovaciones.
Por lo tanto, la
taxonomía es una estructura lógica para adquirir y progresar en el proceso de
aprendizaje. La taxonomía de Bloom enlaza y concuerda perfectamente con lo que
Castels consideraba necesario para progresar en la sociedad de la información y
mantenernos en un aprendizaje continuo, desarrollando la capacidad de “aprender
a aprender”.
Encontramos
también una revisión más moderna de la taxonomía de Bloom, expresamente
dirigida para la “era digital” (2008). Andrew Churches actualizó la revisión
del año 2001 (de Anderson) para equipararla a las nuevas realidades. Como bien
nos cuenta el estudio en eduteka, Churches complementó cada categoría con
verbos y herramientas del mundo digital que posibilitan el desarrollo de habilidades
para recordar, comprender, aplicar, analizar, evaluar y crear. A colación de
todo lo dicho anteriormente surge también dentro de la Taxonomía digital de
Bloom una cuestión fundamental: “la colaboración”. Y aquí cito textualmente del
artículo publicado en eduteka lo siguiente:
“La colaboración puede asumir varias formas y
el valor de ésta puede variar enormemente. Con frecuencia, esto es
independiente del mecanismo que se usa para colaborar. Además, para las
personas la colaboración no es parte integral de su proceso de aprendizaje,
puesto que no tienen que colaborar para aprender, pero con frecuencia su
aprendizaje se refuerza al hacerlo. La colaboración es una habilidad del Siglo
XXI de importancia creciente y se utiliza a todo lo largo del proceso de aprendizaje.
En algunos momentos es un elemento de la Taxonomía de Bloom y en otros es
simplemente un mecanismo que puede usarse para facilitar Pensamiento de Orden
Superior y el aprendizaje.”
De nuevo hablamos
de competencias y necesidades para equiparar a nuestro alumnado a las
necesidades y exigencias de su tiempo. Además, nos dice algo fundamental:
“Teniendo en cuenta lo
anterior, nuestra forma de enseñar a los estudiantes debería también modelar la
colaboración. Existe un vasto conjunto de herramientas de colaboración: Wikis,
Blogs de aula, herramientas colaborativas para documentos, Redes Sociales,
sistemas de administración del aprendizaje, etc. Muchas disponibles sin costo
alguno. Si aún no las ha utilizado usted, consulte los siguientes recursos:
● Wikis – “Wet Paint” (pintura fresca),
ZohoWiki y Wiki Spaces
● Blogs de aulas – Edublogs,
Classroomblogmeister, WordPress, Blogger
● Herramientas
colaborativas para documentos –
Documentos de Google, Documentos de Zoho, Buzzword de adobe.
● Redes sociales –
Ning
● Sistemas de
administración del aprendizaje – Moodle,
Blackboard, Web CT, First Class.
Estas herramientas
posibilitan la colaboración y por lo tanto, ayudan en la enseñanza y el
aprendizaje en el Siglo XXI”
Con esto quiero
decir, que hay que ser congruente con nuestros objetivos y definir muy bien
nuestra metodología para no crear confusiones y posibilitar una mejora de los
aprendizajes. La Taxonomía nos habla de enseñar conocimientos o contenidos
contextualizados con las tareas y actividades que van a llevar a cabo nuestros
alumnos. Capacitándolos para responder positivamente a los problemas que se les
planteen en el mundo real.
“Nuestro suministro de conocimiento debería
constituir un andamiaje que apoye el proceso de aprendizaje y ofrezca
fundamento a las Actividades.”
Lo cual nos dice
que los docentes debemos encontrarnos en un aprendizaje y autoevaluación
permanente para poder estar a la altura de los conocimientos que debamos
transmitir a nuestros alumnos.
Por último
hablamos de una última revisión de la Taxonomía de Bloom asociada al modelo
SAMR (2013):
“En el año 2013, la especialista en Educación y
Tecnología Kathy Schrock asoció la Taxonomía de Bloom con el modelo SAMR
desarrollado por el profesor Rubén Puentedura. Este modelo tiene como objetivo
facilitar a los docentes la integración de las TIC en procesos educativos de
manera que ayude a los estudiantes alcanzar un alto nivel de logro. El modelo
SAMR sirve de guía a los docentes en el diseño e implementación de Actividades
de aprendizaje mediante cuatro enfoques de uso de las TIC en el aula:
Sustitución, Ampliación, Modificación y Redefinición. Por su parte, la
Taxonomía de Bloom sirve de guía a los docentes en el diseño de Actividades de
aprendizaje orientadas al desarrollo de habilidades cognitivas de orden
superior.”
Podemos concluir que las taxonomías son una herramienta
indispensable que deben manejar y entender los docentes para ofrecer y
posibilitar aprendizajes de calidad ya que explican y estructuran los procesos
cognitivos necesarios para alcanzar el máximo de nuestras capacidades. Además,
a los docentes nos marca unas referencias que nos servirán como guía, para
mejorar y tomar directrices adecuadas en los procedimientos de evaluación.
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